Warzone ha sufrido un nuevo barrido de tramposos. Activision ha baneado a 60 000 jugadores por saltarse las normas del juego y ya son 300 000 las cuentas expulsadas.
Activision lleva luchando contra los tramposos en la saga Call of Duty desde sus inicios. Uno de los títulos más afectados ha sido Warzone. El battle royale gratuito es un nido por el que pululan muchos jugadores deshonestos, dispuestos a aprovechar cualquier pequeño error para mejorar sus estadísticas.
La batalla contra estos tramposos ha llevado a la editora a diseñar un fuerte programa anti-cheats para minimizar el impacto que tienen con el resto de jugadores. Un programa que también buscará e identificará a los proveedores de los programas creados para jugar de esta forma tan chapucera.
La editora ha procedido a banear a 60 000 nuevos tramposos. Todos ellos se suman a los que ya estaban permabaneados y hace que la suma ascienda a 300 000 cuentas que no podrán volver a jugar a Call of Duty.
Activision también quiere ser transparente para todos sus jugadores. Ha publicado todas las medidas que ha tomado para detener a los tramposos en sus juegos.
Estas son los acciones realizadas desde el inicio, según el blog de Activision:
- Actualizaciones de seguridad semanales en el backend
- Mecanismos de informes in-game mejorados
- Añadida la autenticación en dos pasos, lo cual invalidó directamente alrededor de 180 000 cuentas sospechosas.
- Eliminados numerosos proveedores de software de terceros no autorizados.
- Aumento de equipos y recursos dedicados al desarrollo de software, ingeniería de datos, legal y monitorización.
Estas son las medidas adoptadas en las áreas más importantes:
- Mejoras en el software interno anti-cheats.
- Tecnología adicional de detección.
- Añadidos nuevos recursos dedicados al seguimiento y cumplimiento.
- Actualizaciones periódicas sobre las actualizaciones en curso.
- Tolerancia cero con los proveedores de trampas.
- Baneos constantes y consistentes.