Gran Turismo: verdades y mentiras de la mejor película de esports
Sony se saca de la manga una adaptación imposible sobre el papel donde las partes más inverosímiles son, precisamente, las reales.
“Esta es la idea más estúpida de la historia o quizá la colaboración más brillante de dos marcas en la historia de la humanidad” es una cita que se me quedó grabada cuando cubría la primera edición de GT Academy. Lo escribían en Autoblog.com para referirse al acuerdo entre PlayStation y Nissan para comprobar si un aficionado al sim racing podría llegar a ser competitivo conduciendo un coche entre profesionales. Gran Turismo, la película, responde a esa duda con mucha solvencia y buen rollo, pese a que la historia real no es exactamente como la cuentan.
El principio de la idea que muchos veían descabellada es fidedigna en su versión celuloide: unos ejecutivos de Nissan se preguntaron si “el mundo de las carreras virtuales podría descubrir a un talento verdadero de carreras”, tal y como lo explicaban en sus primeras convocatorias de prensa tanto PlayStation como la marca de coches. Corría el año 2008 y nos acercamos con una cámara al circuito Carlos Sainz Karting, donde había unas todavía escasas PlayStation 3 montadas en muebles con volante. Ahí empezó todo.
En la película cambian las fechas para llevar este certamen a la actualidad, como si fuera una idea que tuvieron en 2019, una adaptación libre de los hechos para contar, con bastante fidelidad, la trayectoria profesional de Jann Mardenborough. Al volante de la producción está un muy eficaz Neil Blomkamp, joven promesa no tan joven que deslumbró al mundo con District 9 hace tres lustros, y rostros muy conocidos en Hollywood.
El peso de la historia lo soportan el formidable David Harbour (el último Hellboy), el mítico pero no tan acertado en esta Orlando Bloom (¿te suena un tal Legolas?), Djimon Honsou (Gladiator) y hasta la Spice Girl Geri Halliwell, quien por cierto controla muy mucho de automovilismo al estar casada con Christian Horner, expiloto y mandamás de Red Bull F1. Hasta el risueño Kazunori Yamauchi, creador del juego, tiene un peso importante en esta ficción, pero está curiosamente interpretado por un actor que casi no habla en las dos horas de metraje. Cuando ves el cameo de Kaz en persona, entiendes por qué: se le ve la ilusión en los ojos y no puede evitar sonreír como suele hacer en las presentaciones. No me lo imagino poniendo caras en los momentos dramáticos…
La típica historia de superación la conduce (guiño-guiño) Archie Madekwe en el papel de Jann, un actor que tiene un currículum corto pero impresionante al haber participado en dos de las mejores películas de terror de la última década: 'Midsommar' y 'Beau Tiene Miedo'. Igual que Beau, cuando más brilla el inglés es en los momentos de pánico, que los hay, porque el impostado romance que le hacen protagonizar es, en el mejor de los casos y en opinión del que esto escribe, olvidable.
El género de ‘películas de esports’ es raquítico por número, aun con buenos ejemplos, con formato más documental, como 'Beyond The Game', 'Free to Play' o el estupendo 'Street Fighter 25th Anniversary'. Son enfoques diferentes a Gran Turismo, que integra con descaro imágenes del juego en la película sin que nadie, a menos que sea un experto, se dé cuenta del ‘engaño’. El interfaz del juego se adapta de manera sobresaliente a una edición frenética cuando toca, y aburrida pero más o menos necesaria en las escenas de transición.
“La película me ha sorprendido gratamente”, nos dice Coque López, el primer campeón del mundo español de los FIA Gran Turismo Championships 2021 mientras elogia los excelentes efectos especiales, y por supuesto conocedor de la historia real. Por tanto, es consciente de los muchos aciertos (“no imaginaba que el accidente que se recrea fuese a ser tan parecido a como lo fue en realidad”) y algunas, digamos, licencias artísticas.
La más importante, y la que primero se te viene a la cabeza si has seguido la evolución de la parte competitiva de Gran Turismo en España, es la ausencia de un piloto clave en esta historia, y que además es español. “Me da la sensación de que la historia que se cuenta en la película es 50 por ciento de Jann, pero el otro 50 por ciento es la historia que vivió Lucas Ordoñez, pero adaptada al personaje de Jann”, apunta López.
Aunque hemos intentado contactar con el madrileño, agosto es mala época y no ha sido posible corroborar si la apreciación es real, pero habiendo estado como estuvimos en la primera edición, en la selección de 2011 que se llevó a cabo en Inglaterra y hasta en campeonatos de relumbrón en Mónaco (a donde acudió ni más ni menos que Lewis Hamilton como invitado de honor), podemos afirmar que bastante fundamento tiene. No solo eso: cuando la película empezó su producción hace 10 años, se anunció como una dramatización de la vida de Lucas, si bien su nombre no aparece por ningún lado en la versión que ha llegado a los cines esta semana. Hasta Coque tiene unos segundos en pantalla, para que te hagas una idea...
“No pensaba que iban a cambiar tanto la historia real como para que no hablaran en la película de Lucas”, opina Alfonso ‘FonsoCN’ Rodríguez, a quien Arturo Castelló (Dreamhack) presenta como "adalid del Sim Racing en nuestro país” gracias a iniciativas como MundoGT o Principality. A diferencia de la ficción, “el primerísimo piloto de todos en GT Academy fue Ordóñez”, y sin embargo está encantado con que su área de especialización en los esports se haya convertido en una película de alto presupuesto: “Me lo dicen hace 15 años y no me lo hubiera creído, no sabría cómo cogerlo”.
Eso no quita para que Gran Turismo como película tenga muchísimo mérito. “Es el juego de coches por antonomasia y ha hecho un gran despliegue en su competición junto a la FIA, en el GT Academy especialmente”, recuerda Fonso. Parece inverosímil que un grupo de 10 jugones clasificados por medio mundo pudiera cerrar durante dos semanas el circuito de Silverstone para pasar de conducir en la play a entrenarse en coches de competición en el legendario trazado, con ayuda de profesionales reconocidos del sector. Y eso fue exactamente como se describe en la peli.
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En los días que se invitó a la prensa en aquellas ediciones, nos dejaron conducir unos Nissan 370z y flamantes GT-R, bajo la tutoría de figuras destacadísimas del mundo del motor. ¿Clases particulares de conducir por el piloto de F1 Vitantonio Liuzzi? Check. ¿Hotel DENTRO de Silverstone? Check. ¿Pruebas de pilotaje extremo y derrapes supervisadas con bólidos y monoplazas? Ahora que lo pienso, uno de los mejores viajes de prensa a los que he ido. Y todo está en la peli con un montaje que recuerda (brevemente) al de 'Infiltrados' de Scorsese. Casi nada.
FonsoCN recomienda la película en la experiencia 4DX, porque “los asientos se mueven que es una pasada, sientes las victorias como el piloto, te pones tenso” y añade que “verla en tres pantallas (formato ScreenX) es muy apropiado porque así jugamos a los simuladores”. A Coque López le pregunto si ve imposible una película sobre su trayectoria y responde con una humildad que no se aprecia en texto: “Nunca digas nunca”. Más o menos lo que dirían hace diez años cuando comenzó el proyecto cinematográfico de Gran Turismo.