A lo largo de este verano, se han publicado varios informes por parte de empresas especializadas que auguran un gran futuro al sector de los deportes electrónicos, que sigue creciendo a un ritmo exponencial pese a estar todavía muy lejos de los deportes tradicionales más populares.
El más interesante de ellos fue, sin duda, el informe emitido por el banco de inversión estadounidense Goldman Sachs. Especialmente porque se trata de una empresa totalmente ajena al sector. En él preveían que los ingresos del sector podían alcanzar los 3000 millones de dólares en 2022, una cifra atrevida que supondría multiplicar por cinco los datos más recientes en ese sentido.
Sin embargo, el informe se centraba más en los retos a los que se debe enfrentar el sector para conseguir extender este crecimiento en el tiempo y las dificultades que tiene actualmente. Dejando a un lado que destacaban el bajo porcentaje de jugadores de videojuegos que ve deportes electrónicos (5 %), el estudio se centró en la necesidad de diversificar las vías de ingresos y depender menos de los patrocinios.
Más atrevida —al menos en cantidad— fue Newzoo, una de las compañías líder en análisis del estado de la industria de los deportes electrónicos, que decidió lanzar una serie de predicciones sobre cómo estaría el sector en el año 2021. Estas predicciones salieron en dos tandas, primero en una que hacía referencia a las audiencias de los deportes electrónicos y posteriormente en otra sobre el propio mercado.
Una de las más interesantes es que una cuarta parte de la población mundial, en torno a 2000 millones de personas, conocerá los deportes electrónicos. Aunque pueda parecer una cifra exagerada, no lo es tanto si tenemos en cuenta que únicamente hace referencia al número de gente que sabe que existen. Y es un incremento de un 33 % respecto a los números actuales, una subida ambiciosa, pero, al menos sobre el papel, más factible que las previsiones de Goldman Sachs.
*Imagen de cabecera propiedad de Riot Games