Cuando el año pasado una marca de desodorantes patrocinó en España diferentes competiciones de deportes electrónicos, las bromas sobre los hábitos de aseo entre la comunidad no tardaron en surgir. Pero la higiene personal es un tema muy serio para marcas como Konami, que ha anunciado que en su próxima competición de Yu-Gi-Oh! va a tomar medidas para garantizar la pulcritud de sus participantes.
La compañía japonesa lleva más de quince años organizando torneos de Yu-Gi-Oh!, un juego que adapta el manga del mismo nombre y que consiste en batallas de cartas similares a las de Hearthstone o Magic: The Gathering. Si bien no es especialmente popular fuera de las fronteras japonesas, la serie lleva más de 22 000 millones de cartas vendidas tanto en formato físico como digital, como acredita el libro Guinness de los Récords, y todos los años celebra torneos presenciales en diferentes partes del mundo.
Para unificar el reglamento, Konami actualiza de vez en cuando las normas de participación en un documento que cuelga en su página web. Las reglas estipulan que los duelistas —como se llama a los competidores— tienen que "leer, comprender y cumplir las políticas de admisión" para poder acceder a los torneos, y la semana pasada actualizaron uno de los estatutos, dentro de la sección 'Responsabilidades de los duelistas'.
"Se espera que los participantes estén limpios cuando vayan a entrar en un torneo", reza la nueva norma. "La ropa sucia o la falta de aseo contribuye a una atmósfera incómoda en los eventos. Las personas con una higiene tan deficiente como para impactar negativamente en el torneo pueden ser requeridas a que corrijan el problema si quieren continuar en el evento".
Si el sentido común falla para valorar el nivel de limpieza que tiene un jugador 'sospechoso' de desaseo personal, serán los jueces del torneo los que dictaminen si un jugador es apto para continuar en la competición. Un tema incómodo para Konami, que quiere que soplen nuevos aires en sus eventos de la manera más educada posible. "No hay flor que no pierda su olor", que diría el refranero.