La Kings League y el fútbol: mismas pasiones, mismas vergüenzas

No voy a esconder nunca que el fútbol da muchas alegrías. Soy aficionado desde que tengo memoria y, probablemente, acabe mis días viendo este deporte. Pero, al igual que digo una cosa, digo la otra: el fútbol tiene muchos problemas que corregir, y no veo que se esté tomando ninguna medida seria y eficaz para hacerlo. Lo peor de todo, y es lo que nos atañe, es que la Kings League es un reflejo de ello, para lo bueno y para lo malo.

En los últimos días hemos vivido situaciones vergonzosas en el mundo del fútbol y en la Kings League. En la Supercopa de España, jugada en Arabia por dinero, hemos visto al presidente del FC Barcelona hacer un corte de mangas dirigido a varios estamentos españoles, a la prensa y a todo aquel que crea que saltarse las normas no es lo correcto.

Aunque esto pueda entrar en los llamados piques deportivos y no sea tan grave, también hemos visto a los jugadores del Real Madrid y el Mallorca enzarzados en una tangana al final de su partido, y a uno de ellos, Vinicius, ardiendo por dentro porque no le dejaban entrar al campo a armar bulla.

Pero lo peor de todo ha sido ver los vídeos de los y, sobre todo, las aficionadas españolas del Mallorca siendo agredidas e insultadas por aficionados locales. Todo porque a unos señores les apeteció en su día llevar un torneo español a otro país única y exclusivamente por dinero. El fútbol es del pueblo dicen.

La Kings League es fútbol. La podrán vestir de mil formas y crear todas las normas locas que quieran —por eso gusta tanto—, pero, a la hora de la verdad, levanta las mismas pasiones y atrae a tantos borregos como lo hace el fútbol. Ni más ni menos.

La Kings World Cup Nations está siendo un torneo fantástico. Conocidos y amigos me han dicho que les está gustando mucho, y yo no puedo estar más de acuerdo con ellos. La pasión de las selecciones nacionales ha atraído a una gran audiencia —ahí están los datos—, pero tristemente también ha habido situaciones vergonzosas.

Han sido, por el momento, dos casos bastante feos. Son pocos en comparación con lo bueno que ha dado el torneo, pero no se pueden justificar quedándose con la cantidad. Han ocurrido y, como tal, deben denunciarse públicamente y tratar de que no vuelvan a ocurrir.

No estamos hablando de los aficionados, que son más incontrolables, sino que los hechos han sido protagonizados por algunos presidentes (streamers) de las selecciones. En el Mundial de México vivimos algo similar con Juan Guarnizo. Fue feo también, pero se trataba de un enfrentamiento personal entre dos personas. En ningún momento entraron temas tan graves como el machismo o la xenofobia, como lamentablemente ha ocurrido en Italia.

Para quien no tenga el contexto de lo ocurrido, Westcol, presidente de Colombia, puso en duda la higiene del pueblo marroquí en directo. Algo que al Corona de Oro de la Kings, Nadir, no le ha hecho ninguna gracia. Por otro lado, MarkitoNavaja se dirigió a las streamers Alana y NataliaMX en un momento bronco del choque entre México y Argentina, usando el cliché número uno de la guía del buen machista: las mujeres, a la cocina. "Te voy a comprar un secaplatos", gritaba.

Poco más se puede decir ante semejantes barbaridades. Solo espero que la Kings League tome medidas para controlar este tipo de situaciones. Porque es difícil controlar a una afición, pero no debe ser tan complicado controlar a alguien que has puesto tú ahí, por mucho show que se quiera dar.

Para finalizar, no sé si, a la hora de escribir esta columna, habían pedido disculpas. Si no lo han hecho, no sé a qué están esperando. Si han pedido perdón, era lo mínimo que tenían que hacer. Su comportamiento no se debe dejar pasar con ninguna excusa. Ojalá nos dejen disfrutar de lo bonito del fútbol en lo que resta de torneo.

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