"Tenemos que encontrar el equilibrio entre lo que quieren 200 jugadores profesionales y lo que buscan 40 millones de usuarios". Son palabras de François-Xavier Deniele, el máximo responsable en la división de esports de Rainbow Six: Siege.
Manejando esos números, el ya de por sí difícil dilema de agradar a unos y otros redobla su complicación. Porque, como indica durante una presentación en las oficinas de Ubisoft en Montreal, cuando habla de 200 profesionales no se refiere exclusivamente a esa cifra en concreto, sino a los cientos de miles de espectadores que siguen la competición oficial. Y cada año son más.
Durante el último Six Invitational (considerado el Mundial de R6), la audiencia a través de Twitch alcanzó un pico de 315 000 espectadores y acumuló ocho millones y medio de horas vistas. Todo eso en un fin de semana en el que también se estrenaba la segunda temporada de la Overwatch League. "En 2018 mejoramos la competición con un nuevo formato, introdujimos los Minor y un nuevo Major, y en 2019 vamos a seguir enriqueciendo el ecosistema", prosigue Deniele.
La estrategia para conseguir que R6 se convierta en uno de los shooters más relevantes se comenzó a gestar en 2016. Tras años de inversión y experimentos, la que había sido una serie orientada al modo en solitario apostaba por un título —Siege— al que solo se puede jugar online. Este capítulo supuso para la compañía una de las primeras experiencias en el modelo de Videojuego como Servicio (GaaS por sus siglas en inglés).
Se trata de títulos con actualizaciones habituales, micropagos y un nivel de fidelización muy alto, algo que al parecer casa muy bien con el público de Rainbow Six. "Estamos en contacto directo con la comunidad, tanto por redes sociales como por otras herramientas, para comprender cuál es la mejor ruta para optimizar el juego", nos cuenta Deniele.
Apenas seis meses después del lanzamiento, el equipo de desarrollo había lanzado dos temporadas de contenido, diecisiete actualizaciones y unos pocos parches. Siege evolucionaba constantemente, y los usuarios se dieron cuenta de ello. Alexander Remy, jefe de marca de R6 Siege, nos cuenta que comenzaron a recibir muy buen feedback entre la temporada 2 y la 3: "Hubo entonces un crecimiento muy importante en la actividad de los jugadores. Hasta entonces nuestro crecimiento era estable, y de repente tuvimos un subidón de actividad. Fue el momento en el que sentimos que el juego tenía posibilidades de durar mucho tiempo".
Los cambios que introducen periódicamente han creado una flexibilidad inusual en la comunidad de shooters competitivos. Remy confiesa que al principio les costaba cambiar el meta, pero que los jugadores han ido respondiendo muy bien a las novedades. "Estoy sorprendido de cómo se adaptan al cambio, cómo modifican sus hábitos y la composición de los equipos", comenta. "No queremos que nuestros usuarios se atasquen en una rutina, sino que la comunidad crezca y evolucione".
"En noviembre celebraremos por primera vez un evento en Asia, un año después de meter a la región en la Pro League y tras ver a Nora-Rengu en las semifinales del Invitational. El crecimiento en esa zona es muy importante para nosotros y queremos también aterrizar en China. [...] Todo sin dejar de reforzar las ligas regionales". Se refiere a torneos como el que anunció ayer Ubisoft España, la R6 Nationals 2019, una oportunidad para que los mejores equipos de nuestro país mantengan una regularidad y, quizá, lleguen a hacerse un hueco en competiciones internacionales.
La relación con los clubes punteros de Rainbow Six también ha subido un escalón en los últimos meses. "Tuvimos la idea hace unos meses de compartir con los equipos de la Pro League (la máxima competición profesional de R6) el 30 % de los beneficios que consiguiéramos vendiendo objetos personalizados, también como método para que los aficionados apoyaran a sus jugadores favoritos", explica François Deniele. "Nosotros diseñamos skins para los operadores y para las armas, así como colgantes especiales, y un tercio de lo que conseguimos por su venta va a parar al equipo".
Los participantes de la Pro League se reparten en partes iguales un 21 % de los beneficios, y un 9 % se destina a la bolsa de premios en diferentes torneos. Este método de financiación ha permitido llegar a los dos millones de dólares de bolsa en el Six Invitational, cantidad que se ha establecido como la máxima a repartir por evento. En caso de que la recaudación por venta de objetos y la aportación por patrocinios supere los dos millones, el excedente irá destinado a apoyar ligas y torneos menores. "Queremos ser atractivos también desde el punto de vista económico, para que más clubes apuesten por R6", aclara Alexander Remy.
Aunque en las finales del mundo celebradas en Montreal circulaban rumores sobre una posible continuación, los planes oficiales son seguir apoyando a Siege como mínimo hasta 2020. "Este año albergaremos las finales de la Pro League en Milán. Tendremos paradas en DreamHack Valencia y DreamHack Montreal. Habrá un Minor organizado por OGA Pit, regresaremos a Estados Unidos con un Major y para 2020 organizaremos un gran evento por primera vez en Croacia", nos detalla Remy. Y, a juzgar por los números que maneja, el futuro de Rainbow Six en los esports es muy prometedor.