Ibai, los streamers de KOI y los malos de la película
Ibai, los streamers de KOI y los malos de la película / Movistar eSports

Ibai, los streamers de KOI y los malos de la película

La presentación de tres nuevos creadores de contenido para el equipo revelación de la temporada expone las vergüenzas de un sector, a veces, sin la profesionalización ni madurez exigibles para su relevancia. Un tiro en el pie en lo que debería haber sido un día de celebración.

El 15 de diciembre de 2021, KOI congregaba a 10.000 personas el Palau Sant Jordi de Barcelona para dar a conocer un proyecto que unía a Ibai Llanos y Gerard Piqué en lo profesional y deportivo. El club de deportes electrónicos tenía una presentación incomparable a la de los nombres más consolidados de los esports, y en los meses siguientes confirmó que el hype estaba justificado.

El 16 de diciembre de 2022, la expectación seguía por la nubes en un evento convocado dentro de Amazon Gamergy (Gamergy a secas para los amigos), una fiesta vistosa pero descafeinada con presencia tímida del sector. Era KOI quien volvía a mover ilusiones un año exacto después de su fundación, aunque una vez más la improvisación le jugó una mala pasada a los actores.

El aniversario era oficial y las medidas de seguridad excepcionales: hasta la prensa tenía dificultades de acceso (“se necesita un pase especial para acercarse al escenario”, nos dijeron) y las colas para llenar el pabellón de KOI seguían un estricto control. Tanto, que los asientos reservados no se completaron, porsiaca. Ya se han llevado sustos en otros eventos.

Una cuenta atrás que se reinició (oh, sorpresa) varias veces dio paso a un espectáculo inicialmente curioso, que perdía fuelle al parecer que Ibai y Barbe tuvieran francotiradores obligándoles a hablar de cosas que, honestamente, no son su fuerte. Con todo, lo más esperado fue la presentación de los nuevos streamers, algo que acabó en catástrofe por más de una razón.

Kuro, Isawela y Ajromantto fueron los elegidos de entre 11.000 solicitudes, y lo que pasó con ellos te lo cuenta mejor mi compi Álvaro Guiñon aquí, pero lo que yo quiero tratar en este artículo es qué pasará con ellos y quién es el responsable de lo que les pase, aparte de ellos mismos. Porque el implacable CSI que les han hecho a todos deja al descubierto carencias importantes.

El escrutinio de 10.997 aspirantes y muchos más curiosos desembocó en una noche ajetreada en Twitter, sacando trapos sucios rollo out of context, comentarios despectivos, actitudes machistas y ciertos grados de acoso para lo que hoy se entiende por ese término. Ibai y otros responsables de KOI no tuvieron más remedio que pedir perdón y prometer soluciones. Lo que no dicen es si serán para KOI o también para los afectados por sus errores.

A saber: KOI, flamante en aspectos técnicos, asumió implícitamente lo inviable que era revisar todas las solicitudes que le llegaron. Podían haber dicho “hasta aquí” o decidir un cupo, pero de cara a la galería admitieron todo lo que les llegó, y eso es mucho. El cálculo de un tuitero demostró que, con el equipo y tiempo que declararon inicialmente para esa tarea, hacían de la misma una utopía. Había que elegir, y resultó que Los Elegidos tenían muertos en el armario.

Que se te caliente la boca por Twitter ha costado carreras políticas, acuerdos comerciales y discursos de arrepentimiento (reales o no) por medio mundo. Conscientes de ello, como víctimas ocasionales de esa policía de las redes, los de KOI no hicieron sus deberes al comprobar el historial, algo de lo que ya se encargaron curiosos, celosos, fans, enemigos y amigos del club en cuestión de minutos. Los que no le dedicaron los seleccionadores, vaya, y eso tiene un nombre: negligencia.

¿Es el núcleo duro de KOI un grupo de amigos en el que la experiencia profesional no cuenta tanto como el coleguismo? Nadie duda de que cuando trabajas lo óptimo es pasarlo bien con gente que te gusta (algo además habitual en los negocios), pero de ahí a tomártelo como un juego hay un trecho, porque la vertiente amateur de un negocio serio puede destrozar vidas. Los que ayer fueron Los Elegidos de KOI son ahora Los Apestados.

Una organización de esta envergadura, y participada al 50 por ciento por Kosmos, tiene una responsabilidad, y las decisiones que toman en su rumbo empresarial tiene consecuencias más allá de mansiones, roleos y juegos online. La comunidad, ese ente abstracto al que suelen referirse hasta gente del calibre de BTS y su ARMY, es la que encumbra o defenestra en un parpadeo cuando se molesta por algo que no está bien hecho.

Medir esa validez es algo objetivo, pese a que salgan las docenas de aduladores dando los ánimos de siempre. Fuego amigo esperando que algún día sea invitado VIP a un evento, sin la capacidad pública (porque en privado bien que rajan) de criticar lo criticable. El futuro de Kuro, Isawela y Ajromantto es incierto, si bien ya han saboreado las cloacas del ciberacoso y la más cruel crítica.

En un sector que tanto aboga por la salud mental, ¿dónde están las garantías para proteger a estos chavales? ¿Cómo estarán ahora mismo sus bandejas de entrada en redes? ¿Cerrarán sus perfiles sociales? ¿Les escupirán por la calle? ¿Les echarán de grupos de WhatsApp? ¿Te parece que alguna de estas preguntas es exagerada o crees como yo que podría pasar? Y ojo, que lo mismo se arriesgaron mucho al exponerse con un pasado incómodo.

KOI, que tantas cosas ha hecho espectacularmente bien, la ha cagado con todas las letras en este asunto. Ibai tuvo patinazos importantes con patrocinadores tochos (por ejemplo, busca su ‘Adivina la banda sonora’ en YouTube hablando de Star Wars), pero nunca había estado tan cerca de arruinar la vida de unos randoms que querían vestir de violeta. Es consciente, ha entonado el mea culpa y promete enmienda, lo que no resta responsabilidad. "El trabajo de selección no estuvo bien hecho y el evento fue muy atropellado", dice el de Bilbao en Twitch.

Lo palpable en la industria y en los pasillos de Gamergy un día después de la hecatombe no es animadversión, sino perplejidad y cabreo. Aunque duela, escuchar a los que te critican con respeto es mucho más valioso que la cantinela de los que te bailan el agua por interés. Sobre todo porque de la efusividad a la repudia hay un paso tan pequeño como titubeante. Por favor: tomad en serio vuestro trabajo, porque estamos deseando disfrutar del mejor entretenimiento. Pero así no.

Cerrar

Movistar eSports

Iniciar sesión Crear cuenta