Bugha, campeón del mundo de Fortnite
Bugha, campeón del mundo de Fortnite / Epic Games

Carlos 'Ocelote' Rodríguez comenta en muchas entrevistas cómo convenció a sus padres de que iba en serio en esto de los esports. Fue tras ganar 2000 euros en un torneo en Hannover (Alemania), el premio más importante que había conseguido con 17 años, y una cifra respetable para que sus progenitores le dejaran dedicar más tiempo a los videojuegos competitivos.

Ahora imaginemos un mundo paralelo donde Ocelote se hubiera llevado tres millones de dólares en su primera competición. ¿Se hubiera tomado los deportes electrónicos de la misma manera? ¿Existiría G2 tal y como lo conocemos? ¿O quizá habría vivido un retiro anticipado?

Este hipotético escenario es uno que nos preguntamos desde Movistar eSports, pero el que encendió el debate sobre la cuantía de algunos premios actuales fue Jake 'Stewie2K' Yip, jugador de CS:GO en Team Liquid. Durante una retransmisión en Twitch, Stewie2K se irritaba visiblemente al reflexionar sobre el Mundial de Fortnite.

"Tiene un fin de semana perfecto y gana más en dos días que yo en toda mi carrera", dijo en referencia a Bugha, campeón del mundo en el battle royale de Epic Games. A sus 21 años no se puede decir que a Stewie le haya ido mal en los esports: desde 2015 ha ganado 970 000 dólares en premios, aproximadamente la mitad de ellos con la estelar actuación que ha tenido su equipo este mismo año. Sin embargo alcanzar esa cifra le ha llevado 133 torneos frente a los tres millones que se embolsó Bugha en un solo fin de semana.

El dilema de cómo afectan las grandes recompensas económicas en el rendimiento de los deportistas electrónicos no es nuevo. The International (el torneo más importante de Dota 2) lleva años batiendo su propio récord como evento que más dinero reparte en los esports, y los jugadores de la élite no parecen haber perdido el ansia ganadora. Más bien lo contrario.

Exceptuando a los tres mejores clasificados del Mundial de Fortnite, las primeras 41 posiciones de profesionales con mayores premios de los deportes electrónicos pertenecen al MOBA de Valve, según la página especializada Esports Earnings. Hay que bajar hasta Andreas 'Xyp9x' Hojsleth (francotirador en el superequipo de Astralis) para encontrar a alguien de CS:GO. El danés, de 23 años, acumula un millón y medio de dólares en 140 torneos, y el mayor premio que se ha llevado de una vez fueron 200 000 dólares.

Sanghyeok 'Faker' Lee / SK Telecom T1
Sanghyeok 'Faker' Lee / SK Telecom T1 / Riot Games

A diferencia de los recompensas económicas que ganan por evento, las fortunas individuales de los jugadores son más difíciles de calcular, porque entran en escena factores que no son de carácter público. Por ejemplo, Lee 'Faker' Sang Hyeok ocupa el puesto 60 en el global de Esports Earnings con 1,2 millones en premios, pero su sueldo se estima en 2 millones anuales, lo que le convertiría fácilmente en el jugador más rico del mundo.

¿Cuándo un premio es demasiado alto? A juzgar por la reacción que tuvo frente a la cámara, la reflexión de Stewie2K parece venir más de un resentimiento eventual que de la disconformidad completa. Los deportes electrónicos son al fin y al cabo un negocio, y los premios van a menudo unidos a la capacidad de convocatoria que generan. En eso Fortnite es el rey ahora mismo: 250 millones de usuarios mensuales así lo avalan.

Hay notables excepciones, como juegos que buscan la promoción con recompensas muy por encima de la expectación que levantan. Son sin embargo minoría, y pocos títulos que tiran de esa estrategia acaban realmente triunfando. Shadowverse es el ejemplo perfecto: pasó de 3000 dólares de premio al ganador de su primer mundial en 2017 a un millón en las finales del año siguiente. Y prácticamente nadie fuera de Japón sabe de qué va ese juego.

Los defensores de unos premios más racionales argumentan que repartiendo menores cantidades entre un mayor número de participantes o eventos se podría ayudar al sector. Y los que opinan que dar suculentas retribuciones dicen por su parte que un buen montón de ceros llama la atención de más gente. Pero, para nosotros, la pregunta debería ser: ¿cómo afecta a la ambición de los jugadores convertirse en millonarios de buenas a primeras? Porque un mundo donde no hay Ocelotes, Xyp9xs o Fakers sería, sin duda, un lugar mucho más aburrido.

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