Estados Unidos también pone el ojo en las cajas de botín
El presidente de la Comisión Federal de Comercio —organismo que busca defender los derechos de los consumidores y la libre competencia—, Joseph Simons, aseguró al Congreso de Estados Unidos que su agencia estudiaría el caso de las cajas de botín en los videojuegos.
Según recoge Broadcasting Cable, la cuestión fue introducida por la senadora Maggie Hassan, quien apuntó que se estima que las cajas de botín supongan un negocio de 50 000 millones de dólares para el año 2020. Además, resaltó que los niños son especialmente susceptibles a la compra de estos objetos.
Para ello, se apoyó en un estudio del Reino Unido que afirma que casi uno de cada tres niños ha usado cajas de botín en los videojuegos, algo que podría estar directamente relacionado con problemas de apuestas en el futuro.
Hassan destacó la necesidad de investigar las cajas de botín para asegurar la protección de los menores ante ellas. Por su parte, Simons se comprometió a llevar a cabo ese proyecto y mantener informado al comité acerca de los avances.
Las cajas de botín son un concepto cada vez más instaurado en el mundo del gaming, mediante el cual los jugadores pueden comprar artículos premium de forma aleatoria, no necesariamente teniendo una implicación directa en la experiencia de juego, ya que pueden limitarse a ser aspectos simplemente cosméticos.
Su compra está cada vez más extendida y muchos países los han visto como un gran problema, debido a que tienen un componente aleatorio que los acerca a otros juegos de azar. El primer país en tomar medidas serias contra ellas fue Bélgica, que el pasado verano anunciaba su ilegalización.
Ante esa decisión, compañías como Blizzard informaron de que no les había quedado más alternativa que introducir medidas para impedir que los jugadores belgas pudiesen comprar cajas de botín en juegos como Overwatch y Heroes of the Storm.