La JFA, por las siglas en inglés de Asociación Japonesa de Fútbol, coorganizará un torneo de Pro Evolution Soccer —más conocido en Japón como Winning Eleven— durante el National Sports Festival que se celebrará en la prefectura de Ibaraki en 2019.
La competición se disputará en la modalidad de tres contra tres, una de las grandes apuestas de Konami para trasladar su popular simulador de fútbol a los deportes electrónicos —este año debutó en la PES League y será la modalidad que se utilice en eFootbal.pro—. Además, estará dividida en dos categorías: una reservada para estudiantes de secundaria y la otra abierta para todo el mundo.
Aunque el torneo ya llevaba un tiempo anunciado, no ha sido hasta ahora cuando la JFA ha decidido sumarse a la Japan Esports Union (JESU). El presidente de esta última, Hideki Okamura, declaró que la decisión de introducir los deportes electrónicos en el National Sports Festival le había parecido una decisión increíblemente valiente.
“La idea de una competición en la que cualquiera puede participar sin importar su edad, género o si tiene alguna discapacidad física concuerda con nuestra filosofía”, ha querido destacar, por su parte, Kozo Tashima, presidente de la JFA.
Y es que el National Sports Festival se trata de una suerte de réplica de los Juegos Olímpicos a nivel nacional en Japón, con casi medio centenar de deportes y una veintena de deportes de exhibición más. La decisión de introducir los esports, por tanto, llega en una época en la que los movimientos olímpicos han tomado posturas muy diversas: mientras los Juegos Asiáticos han decidido introducirlos a modo de prueba y han conseguido un rotundo éxito, dese el COI se mantiene el escepticismo y se sitúa una línea roja en los juegos que categorizan como violentos.
Además, supone un paso más en la consolidación de los deportes electrónicos japoneses, que se habían visto profundamente lastrados hasta la fecha por la limitación a los premios económicos fruto de una ley que buscaba evitar el blanqueo de dinero con el póker virtual. Sin embargo, desde hace un tiempo —y tras eliminar la barrera que suponía esa ley—, el sector está empezando a afianzarse en dicho país.
La JFA, de hecho, no es la primera organización deportiva del país que apuesta por los deportes electrónicos. Ya lo hizo hace algunas semanas la NPB —la Liga Japonesa de Béisbol Profesional—, que anunció que tendría su propia competición de Splatoon 2 en un acuerdo con Nintendo con pocos precedentes en los esports, ya que se trataba de la primera gran liga que decidía dejar de lado los simuladores deportivos para entrar a juegos de nicho.
*Imagen de cabecera propiedad de Dan Orlowitz (The Japan Times).