Los esports desde 2015: menos torneos, pero mayores premios
Desde 2015, cuando se alcanzó un pico de 5090 torneos, cada año hay menos competiciones, pero la media de premios por torneo se ha incrementado significativamente. Así, si ese año cada uno repartió 13 096 dólares de media, en 2018 cada uno de los 3404 que se han celebrado repartió 44 427.
Estos datos corresponden a un estudio realizado por JD Sports España en el que han analizado la evolución de la industria de los deportes electrónicos durante las dos últimas décadas, teniendo en cuenta tres variables principales: premios de torneos, número de jugadores profesionales y número de competiciones.
Aunque una de las premisas del estudio es responder a la pregunta de cuánto se gana en los videojuegos profesionales y compararlo con los deportes tradicionales, es importante tener en cuenta que han limitado su estudio a las ganancias por torneos, un dato mucho más exacto que el de los salarios, ya que estos últimos no suelen ser públicos en el mundo de los deportes electrónicos.
Teniendo en cuenta estos datos, JD Sports España afirma que "los jugadores de esports más importantes de la actualidad ganan más dinero que atletas profesionales de deportes como el golf, el bádminton, el ciclismo, la maratón o las artes marciales". Para ilustrarlo, han elaborado un gráfico en el que se pueden ver los premios económicos en varios torneos de distintos juegos.
CRECIMIENTO EXPONENCIAL DESDE HACE UNA DÉCADA
Aunque el estudio se remonta a hace dos décadas, momento desde el cual los deportes electrónicos han crecido ininterrumpidamente, el verdadero punto de inflexión fue el año 2009, aproximadamente. Esta fecha coincide con el lanzamiento de uno de los juegos clave en la industria: League of Legends.
Además, a lo largo de los siguientes años se publicaron otros importantes como Counter-Strike: Global Offensive (2012) y Dota 2 (2013). En el caso de Counter-Strike, sin embargo, lo cierto es que su relación con los esports viene desde mucho más atrás, ya que versiones anteriores como 1.6 o Source abrieron camino en el sector.
Observando la gráfica elaborada por JD Sports España, podemos observar que, pese a que presentan algunas diferencias puntuales, las tres variables viven un crecimiento espectacular a finales de la pasada década. La evolución ha sido distinta, sin embargo, durante los últimos años, ya que las ganancias de los torneos han seguido aumentando a un ritmo vertiginoso, el número de jugadores se ha estancado y el número de competiciones se ha reducido.
Dando datos más concretos, el primer año del estudio (1998) tuvo tan solo 9 torneos, que en total repartieron 131 700 dólares en premios. En aquella época había tan solo 34 jugadores profesionales, mientras que diez años después el número se había multiplicado casi por setenta hasta alcanzar los 2348. El aumento fue significativo también en las otras dos variables, ya que en 2008 hubo 519 torneos (casi sesenta veces más) y se repartieron 7 273 929 dólares (aunque la media por torneo fue algo inferior).
En 2018, último año completo del estudio, el número de torneos ha sido 3404, un incremento importante respecto a 2008, pero una cantidad inferior al periodo 2015-2017. Sin embargo, el número de jugadores se ha multiplicado por nueve para llegar hasta 18 464 y la cantidad repartida ha aumentado hasta 151 229 517.
En total, en estas dos décadas se han repartido en torno a 535 350 000 dólares en premios a 54 650 jugadores en 26 400 competiciones. En 2019, según las previsiones de JD Sports España, se podrían rozar los 200 millones, algo que no parece descabellado si tenemos en cuenta que Epic Games anunció que Fortnite tendrá cien millones en la temporada 2018/19 y solo se han repartido unos veinte hasta el momento —según los datos del estudio—.
