La LCS ya está de vuelta. Los mejores equipos europeos y norteamericanos han tenido tiempo de sobra de preparar su regreso a la máxima competición. El principal problema, es que después de tanto análisis del meta, resulta que ahora a cambiado por completo y las composiciones son una locura.
Esto ha provocado que en la primer semana veamos algunas locuras de composiciones, algo que les ha beneficiado a los equipos que buscan un juego menos táctico y prefieren apostar por el caos.
Ese es el caso de Misfits. Después de un primer split donde dejaron mucho que desear y notaron la baja de jugadores como Ignar, ahora la realiadad es otra. Con este nuevo meta pueden jugar mucho más libres y sorprender al rival desde el principio.
Eso paso en la primer partida ante Fnatic. Nuestro último representante en el MSI decidió que la mejor opción era darle a Rekkles un campeón como Janna y dejar todo el daño en manos de Capas. Esto, como era de esperar, no fue una buena opción.
G2 está volviendo a su mejor nivel
Además, en frente se encontró con un Hans Shama a un nivel espectacular que lo único que tuvo que hacer fue matar a todos con Draven, campeón que apenas vemos en competitivo, pero que en este nuevo meta es viable.
Otro equipo que ha empezado como un tiro ha sido G2 esports. Al final del anterior split ya demostraron que no estaban tan muertos como parecía. Después de varios meses para preparar el meta juego, están a un gran nivel.
De momento, con solo una semana disputada, es muy pronto para hacer cualquier tipo de especulación o predicción, pero lo cierto es que el meta juego actual está provocando partidas sin un claro favorito.