Los esports que pueden despuntar en 2019

El año pasado nos dejó grandes momentos en los deportes electrónicos, además de suponer la consagración como esports de títulos como Clash Royale u Overwatch, por ejemplo.

Es de esperar que 2019 sea todavía mejor y que, en un entorno tan cambiante como este, surjan nuevos juegos que intenten comerles un poco de terreno a los ya asentados. Hay juegos que durante este año afrontarán situaciones clave para su futuro como esport, y desde Movistar eSports os traemos algunos de los que tienen mayor potencial.

MAGIC: THE GATHERING ARENA

Magic: The Gathering es un juego de cartas que ha marcado a muchos aficionados y que sentó las bases que posteriormente siguieron otros juegos que decidieron dar el salto a las plataformas digitales. El 2019 puede ser un año clave para ellos, ya que con el lanzamiento de MTG Arena han logrado plasmar la experiencia del juego sobre tablero en una versión digital.

La apuesta de los responsables del juego por los deportes electrónicos es total y han prometido que repartirán diez millones de dólares en premios entre los torneos destinados al videojuego y los dedicados al juego físico. Más allá de eso, los jugadores de la Pro League de MTG Arena tendrán un salario de 75 000 dólares por jugar la competición y retransmitir sus partidas.

BRAWL STARS

Supercell se ha convertido en uno de los referentes en el desarrollo para juegos móviles. Tras triunfar con Clash of Clans, lanzaron Clash Royale, que atrajo el interés competitivo de muchos clubes y durante 2018 se ha consolidado como deporte electrónico gracias a la Clash Royale League. Su tercer juego fue Brawl Stars, que pese a llevar ya bastante tiempo disponible en iOS, no ha sido hasta su lanzamiento total en diciembre cuando su popularidad se ha disparado.

Resta por ver si se puede trasladar correctamente a un formato competitivo, pero no le faltan elementos para ello: jugabilidad dinámica, variedad de estrategias y composiciones, necesidad de coordinarse en equipo… Quizás este año no tenga tiempo a consolidarse del todo, pero es, sin ninguna duda, uno de los candidatos a expandir más los esports por los dispositivos móviles.

RAINBOW SIX SIEGE

Ahora entramos ya en juegos con cierta trayectoria a sus espaldas. En el caso de Rainbow Six no hay un motivo concreto que haga apostar por él, pero el crecimiento del shooter de Ubisoft durante 2018 ha sido notable y cada vez generan más interés sus competiciones.

Sin duda, tener una desarrolladora del calibre de Ubisoft detrás es una garantía de futuro. Además, es un juego que, pese a que puede resultar complejo al inicio, es muy divertido de ver y la variedad de estrategias es casi infinita gracias a sus posibilidades jugables, con mapas mucho más interactivos que los de otros shooters.

SMITE

SMITE es un MOBA que cuenta ya con varias temporadas a sus espaldas. En términos de jugabilidad aporta una experiencia totalmente distinta respecto a los títulos más populares del género. Sus características lo hacen mucho más adecuado para jugar en videoconsolas y sus desarrolladores han encontrado un nicho ahí.

Hay diversos motivos que nos hacen pensar que 2019 puede ser un gran año para ellos. Para empezar, la SMITE Pro League pasa a ser presencial, desplazando a todos los jugadores y equipos a una liga global que se disputará en Atlanta. Además, a lo largo de este año se lanzará para Nintendo Switch, lo que aumentará el número potencial de jugadores. El tercer gran factor, aunque llega un poco de rebote, es la caída del competitivo de Heroes of the Storm, que puede desembocar en que jugadores y aficionados al MOBA de Blizzard apuesten por una alternativa distinta a LoL o Dota.

HEARTHSTONE

Hearthstone puede que sea el juego más asentado de esta lista, al menos en España. De cara a este año que acaba de comenzar, Blizzard ha anunciado importantes cambios en su formato de competición, siendo el más interesante de ellos la creación de una liga con los mejores jugadores del mundo y limitando en cierto modo los torneos.

Estos cambios son muy importantes porque uno de los problemas a los que se enfrentaba Hearthstone era que su calendario competitivo resultaba muy difícil seguir, cargado de pequeños torneos que, además, estaban llenos de jugadores pocos conocidos. Ahora la élite jugará una competición de forma regular y se enfrentarán, junto a los mejores jugadores fuera de esta primera clase, en torneos señalados a lo largo del año.