First Strike de Valorant: muchas luces y una gran sombra
El mayor torneo de Valorant hasta la fecha ha levantado críticas por parte de la comunidad por un formato con aspectos que ya han sido señalados con anterioridad.
First Strike es la gran apuesta de Riot Games por Valorant como deporte electrónico en su primer año de vida. Es una serie de torneos regionales —algo probablemente motivado por el coronavirus— que servirán para determinar los mejores equipos de cada una de las regiones participantes tras meses de torneos organizados por terceros.
Pese a lo atractivo de la apuesta, lo cierto es que este torneo cuenta con algunos problemas. Cada región funciona por separado y tiene sus particularidades, pero en este caso quiero centrarme en la vertiente europea, que ha despertado varias quejas en multitud de aficionados por distintos aspectos.
Antes de entrar más en el asunto, conviene recordar que las Ignition Series, que fueron torneos organizados por terceros, también levantaron ciertas críticas por motivos muy diversos, pero uno de los más importantes fue el formato: muchos torneos con series a un único mapa y muchos cuadros de eliminación simple.
Lejos de mejorar, First Strike adolece precisamente de un grave problema en su formato. Se trata de un torneo algo confuso para los aficionados menos familiarizados, ya que cada uno de los clasificatorios cuenta con multitud de fases y no hay retransmisión oficial hasta el final. Y, además, cuenta con los dos problemas en cuanto al bracket que comentaba antes.
Los equipos tienen que avanzar hasta la última ronda jugando series al mejor de uno, contando además con un seeding que ha sido puesto en entredicho por la comunidad. Lo hacen, por supuesto, a través de un cuadro de eliminación simple, por lo que un choque demasiado temprano entre dos equipos buenos puede dejar a uno de ellos sin posibilidad de tocar la gloria.
Siendo justos, eso sí, el primer clasificatorio se ha saldado con la clasificación de cuatro equipos que podrían considerarse entre los 5 o 6 mejores de Europa, así que por esa parte no parece que haya sido un problema el formato, pero se debe más bien al buen hacer de los equipos —y a un golpe de fortuna en el caso de G2— que a que el formato haya garantizado la mejor competición posible.
La cosa mejorará con el evento principal a comienzos de diciembre, ya que las primeras rondas se jugarán al mejor de tres y la gran final al mejor de cinco. Muchos criticarán que no sea un cuadro de doble eliminación, pero personalmente creo que la eliminación directa aporta mayor emoción.
Valorant cuenta con todos los ingredientes necesarios para arrasar. Tiene una buena base de jugadores, los grandes clubes se han volcado en él y se han creado ya narrativas tras solo unos meses de vida. Lo bien que ha llevado Riot Games a League of Legends como deporte electrónico es también un motivo de esperanza, pero tienen que corregir rápidamente algunos problemas de formato si no quieren quedarse a medio camino.