Invictus Gaming termina con el sueño de G2 Esports

El equipo chino Invictus Gaming se ha convertido en el primer finalista del Campeonato del Mundo de League of Legends del año 2018 tras imponerse por tres a cero en la primera semifinal del torneo a G2 Esports.

Tras unos cuartos de final espectaculares, en los que hacían buena cuenta de Royal Never Give Up —máximo favorito a llevarse el título mundial—, G2 no ha conseguido ofrecer su mejor versión y han sido arrollados totalmente por un Invictus Gaming intratable.

El guion de las dos primeras partidas fue muy similar, con los chinos sacando líneas favorables tras la fase de selección de campeones. La excesiva confianza de G2 Esports en Aatrox, campeón que priorizaron sin importarles demasiado a quién se enfrentaría, fue castigada duramente por Invictus con la elección de Jayce, primero en la calle central y posteriormente en la superior.

Ambas partidas fueron dominadas de principio a fin por el equipo chino, que aprovechó su mayor fortaleza en los primeros compases para lograr una gran ventaja que se convertiría finalmente en algo totalmente insalvable y dando una sensación de superioridad abrumante.

Las cosas cambiaron en la tercera, con un G2 Esports variando su estrategia en la fase de selección y dejando Aatrox a sus rivales. La partida empezó relativamente bien para ellos, logrando incluso atesorar una cierta ventaja en unos minutos que podrían haber sido clave para llevarse el triunfo final.

No obstante, la toma de decisiones de G2 fue un tanto cuestionable en esos momentos, dejando inexplicablemente el Dragón Infernal presente sobre la grieta a sus rivales pese a que tenían una posición preferente para lograr esta mejora. Finalmente, una ejecución superior de las peleas grupales por parte de Invictus Gaming supuso que se girasen las tornas y en apenas unos minutos, con la ayuda de la mejora de Nashor en parte de ellos, acabaron con la base de los europeos.

Ahora, Invictus espera en la final al vencedor de la eliminatoria entre Cloud9 y Fnatic como la última esperanza de que el Mundial vaya a parar a las vitrinas de un equipo asiático, algo que ya sucedió en las últimas seis ediciones.

*Imagen de cabecera propiedad de Riot Games.

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