La peculiar aventura de Ibai y compañía en un Uber
Ibai, Reven y BarbeQ vivieron una aventura peculiar cuando estuvieron más de una hora abandonados en un Uber. El comentarista de League of Legends narró toda la historia, a través de sus redes sociales, que al final tuvo un final feliz.
A lo largo del día se cogen cientos y cientos de taxis, Uber, Cabify... para moverse por diferentes puntos de un ciudad de una manera rápida y cómoda. Por este motivo, en este tipo de transportes se viven muchísimas historias curiosas, divertidas e inverosímiles.
Una situación así es la que nos ha traído Ibai. El comentarista de League of Legends viajaba con Reven y BarbeQ en un Uber. Al menos, eso es lo que parece por lo que se ve en el vídeo y, en diferentes momentos de la grabación, por ejemplo, cuando BarbeQ se pone a beber agua.
“ENCERRADOS” la nueva serie de HBO. Surrealista esta mierda. pic.twitter.com/AwlQoIU8sE
— Ibai (@LVPibai) November 6, 2019
La historia comienza, o al menos eso se puede intuir, porque no se ve en ninguna de las stories de Instagram, con nuestros tres protagonistas montándose en un coche para ir a una reunión a las 16:00. Todo transcurre de una manera normal hasta que a las 15:50, más o menos, empieza lo absurdo.
El conductor para el coche en medio de la calle para hacer un recado. Según cuenta el propio Ibai, les dijo que tardaría aproximadamente dos minutos en volver, algo que realmente no terminó ocurriendo. El tiempo iba pasando y nuestros protagonistas se iban impacientando al ver que su conductor no volvía.
Mientras, la tensión iba aumentando. El teléfono del conductor sonó y se vivió el primer momento de duda por no saber si responder, o no, la llamada. La cosa se volvió un poco más surrealista en el momento en el que un camionero les pidió que movieran el coche, porque necesitaba mover el camión.
Al no tratarse de su vehículo se negaron a hacerlo, ya que se podrían meter en un lío. El camionero decidió intentarlo igualmente y casi golpea Al coche en el que estaban montados. Finalmente, quitaron el freno de mano y movieron un poco el coche hacia delante.
Al final, a las 16:48, casi una hora después, apareció el conductor y les dijo que había estado firmando una serie de papeles en el notario. Una historia que por momentos parecía una cámara oculta pero que ha terminado siendo cierta.