Telefónica y Movistar Riders presentaron, durante el Mobile World Congress de Barcelona, las posibilidades que ofrece la conectividad 5G de cara a ser aplicada en el mundo de los deportes electrónicos y del gaming en general.
Sin duda, es muy difícil desligar el fenómeno de los esports —que, no olvidemos, le está comiendo el terreno a los deportes tradicionales en los jóvenes, según el estudio 'State of Online Gaming'— de la mejora en las tecnologías de la comunicación. Y es que los deportes electrónicos son, sobre todo, un fenómeno global y cualquier avance en el mundo de la conectividad va a repercutir fuertemente en la industria. Pero ¿qué es lo que ofrece directamente el 5G?
Uno de los objetivos de esta nueva tecnología es ofrecer una latencia de entre 1 y 5 milisegundos, cifras muy similares a las que daría una red de fibra óptica directamente conectada. ¿Y qué significa menos latencia? Mejor respuesta, algo clave cuando hablamos de competición al máximo nivel. Unas milésimas de segundo pueden, en la élite de los esports, marcar la diferencia.
Además, también abre un abanico de posibilidades, tanto de cara a utilizar periféricos inalámbricos —durante años marginados en el mundo del gaming— hasta para los aparatos de Realidad Virtual o Realidad Aumentada.
UN MUNDO DE POSIBILIDADES PARA EL CLOUD GAMING
Dejando esto a un lado, resulta especialmente reseñable sus implicaciones en el juego en la nube o cloud gaming. Básicamente, este tipo de gaming se basa en jugar a títulos que no se ejecutan en el propio sistema utilizado, sino forma remota.
El consumo de contenido audiovisual en streaming ya se ha convertido en una de las formas más extendidas, y es de esperar que en el futuro suceda lo mismo con el gaming. Ya hay, de hecho, servicios que ofrecen esta posibilidad, como PlayStation Now o xCloud, de Xbox.
Uno de los problemas del cloud gaming, sin embargo, es que al jugar en streaming los tiempos de respuesta se ven afectados, sobre todo si se están utilizando conexiones móviles. Por ello puede resultar clave el 5G, ya que permite reducir la latencia al mínimo.
El juego en la nube, además, puede desempeñar un papel clave en la difusión del gaming y de los deportes electrónicos porque, de alguna forma, ayuda a democratizar el acceso a los juegos de última generación. Jugar a uno de los últimos lanzamientos en PC puede ser un problema si no se cuenta con una buena máquina, pero esto se soluciona si los procesos necesarios no los tiene que hacer tu ordenador.
¿EL MOMENTO DE LA REALIDAD VIRTUAL?
Por ello el 5G puede jugar un papel clave en la masificación de la realidad virtual, que hasta el momento requiere de aparatos muy costosos que sean capaces de reproducir todos los datos necesarios para llevarla a cabo, pero que en el futuro podrían ser más ligeros y, por supuesto, baratos.
Esta hipotética masificación de la realidad virtual, además, podría tener un impacto directo en los deportes electrónicos y que se empiecen a introducir juegos más inmersivos. Y quién sabe, quizás incluso aparezcan títulos que exijan una cierta forma física para brillar.
Por último, pero no menos importante, hace accesibles los eventos de deportes electrónicos a casi cualquier sitio. Hoy en día, para poder ofrecer una buena respuesta y unas condiciones aceptables, es innegociable disponer de buenas conexiones de fibra óptica y grandes montajes. La tecnología 5G, sin embargo, permitirá que se puedan llevar a cabo eventos en cualquier parte.