El buen papel de Giants en el European Masters ha vuelto a abrir el debate sobre las limitaciones que el franquiciado europeo de League of Legends impone a los clubes que no forman parte de la LEC y el techo deportivo con el que se encuentran.
Vodafone Giants logró, el pasado fin de semana, el subcampeonato del European Masters tras un gran torneo en el que sus jugadores se destaparon como algunos de los mejores fuera de la LEC y consiguieron atraer las miradas de los aficionados a League of Legends de toda Europa.
Pese a que finalmente cayeron en la final por tres a uno frente a los alemanes de BIG, todo apunta a que varios de los jugadores de Giants dejarán el club a final de temporada para poner rumbo a la LEC en 2020, repitiéndose la situación que ya se dio en MAD Lions hace justo un año.
Algunos de los miembros más destacados del organigrama del club malagueño, como David 'Lozark' Alonso —director deportivo— o José Ramón Díaz —propietario— han hablado acerca del tema en redes sociales y se han lamentado de que el estado de League of Legends en Europa les imponga un techo y les obligue a empezar de cero de nuevo.
La situación de Vodafone Giants vuelve a sacar a la palestra el debate sobre la idoneidad de un sistema de franquicias en los deportes electrónicos. Este modelo se está extendiendo y cada vez son más los títulos que están apostando por él, buscando dar estabilidad a sus ligas y atraer a clubes con más músculo económico.
Si el modelo es bueno o no para un deporte electrónico es algo que, quizás, es todavía muy pronto para asegurar. Lo que sí parece estar bastante claro es que perjudica gravemente a los clubes que no consiguen formar parte de él, ya que los deja fuera de la ecuación y minimiza el buen hacer deportivo en favor de la capacidad financiera.
GIANTS Y EL FRANQUICIADO COMO TECHO DEPORTIVO
El de Giants, de hecho, es un ejemplo muy bueno para ver los problemas que presenta este modelo. La LEC no parece haber perjudicado a las competiciones nacionales en términos de audiencia, ya que la Superliga Orange española ha duplicado sus datos en tan solo un año, pero sin embargo los equipos se enfrentan con un techo claramente definido que les impide progresar deportivamente.
Este techo, que supone la imposibilidad de llegar más lejos deportivamente y limita a los clubes, conduce inevitablemente a otra pregunta: ¿interesa ahora a los clubes apostar por formar talento? El caso de Giants también es el de un club que ha decidido apoyar a sus jugadores durante mucho tiempo.
Cuatro de sus jugadores llevan más de un año juntos y el quinto, Aljoša 'Milica' Kovandžić, se incorporó a comienzos de año. Tras unos insuficientes cuartos de final en la competición doméstica en primavera decidieron confiar en su plantilla y durante estos meses han conseguido crecer para ganar la SLO y plantarse en la final del European Masters.
Pese a esta confianza de Vodafone Giants en sus jugadores, en unos meses se encontrarán con que varios de ellos dejarán el club para jugar en la LEC. Desde el club ya han destacado en redes sociales la frustración que les produce que el trabajo bien hecho no tenga ninguna recompensa deportiva, algo que sí pasaba en el pasado —Giants logró en varias ocasiones clasificarse para la ya extinta LCS europea—.
LOS PROBLEMAS DEL FRANQUICIADO
Las bondades de un modelo franquiciado son diversas, ya que da estabilidad a los clubes y les permite tener paciencia para desarrollar el talento sin preocuparse por un hipotético descenso y tiempo para construir historias y atraer la atención del público. El sistema, eso sí, choca frontalmente con la forma de entender el deporte de los europeos.
El European Masters es un buen indicador para ver los problemas que plantea en el resto del ecosistema. En primavera de 2018 vimos como Origen, que tenía plaza por haber estado en la Challenger Series, apostaba por un quinteto veterano de jugadores más que contrastados para hacerse con el título y, posteriormente, desaparecer. Ese mismo verano lo ganó MAD Lions, que tuvo que ver como cuatro de sus cinco jugadores ponían rumbo a la LEC y tenía que recomponerse desde cero.
Ya en 2019, la primavera fue la época de las academias, con Misfits Premier y SK Prime brillando. Los dos equipos de la LEC terminaron dando entrada a algunos de estos jugadores en la máxima competición, pero lo cierto es que los resultados no les acompañaron. Y ahora, en verano, Giants y BIG han sido los más destacados, pero probablemente tengan que afrontar una reconstrucción completa de plantilla de cara al próximo año.
Así pues, vemos claramente como el modelo que ha decidido seguir League of Legends en Europa no incentiva demasiado a los clubes de las ligas regionales. Uno de los grandes problemas, por ejemplo, es que destruye completamente las aspiraciones de cualquier club europeo de llegar algún día al Mundial, algo que sí pueden hacer equipos de otras regiones con proyectos a largo plazo.
En la práctica nos encontramos con un modelo que presenta ventajas y deficiencias, pero que sin duda castiga a los equipos que se han quedado fuera. ¿Es posible mantener las franquicias e incentivar más al resto de clubes? Una posibilidad, quizás, sería estudiar abrir un camino hacia el Mundial a esos equipos, sobre todo ahora que varias ligas regionales europeas van a estar más directamente bajo el paraguas de Riot.